Texto: Juan Vicente Marcilla Peidró
@juanpeidro
La ciudad lastra madera fina y alabastro
tardío en deslumbrantes curvas, gestos
extendidos que suenan a música triste
y desconcierto vendido
El aire y el humo esbozan gestos imaginarios,
tratan de vender una alegría de caricias
y escenarios, oculta la muchedumbre
entre vasijas y ungüentos, desde el
tiempo acabado, entre la mugre, los
hierros retorcidos, y el barro mojado
por la lluvia, que vela los sueños del triste
payaso envejecido.